viernes, 3 de enero de 2014

Así que, ¿Qué pasó?

Lo que alcancé a ver del comercial, bastó para indignarme. Un hombre joven está en una terraza, muestra varios billetes en la mano, debajo se ven varias jóvenes mujeres, para variar, con poca ropa, él les tira el dinero y ellas se pelean entre sí por atraparlo. Las personas que lo ven pueden pensar diferentes cosas: algunos dirán que es cierto. Es decir, nosotras las féminas sólo somos felices con dinero, que cualquier mujer tiene precio, y que eso y solamente eso es lo que nos atrae de los hombres. Hay a quiénes les parecerá gracioso (incluidas mujeres), que se peleen entre ellas para alcanzar el mayor número de billetes. Y estoy totalmente segura que a muchos les parecerá atractiva la escena que se desarrolla.
Lo dije, a mí me indigna, me ofende. ¿Por qué se tiene ese concepto de la mujer actual? O ¿Siempre se ha pensado así? El observar ese tipo de comerciales hace que me pregunte, ¿Cuándo la mujer dejo de ser objeto de halagos, poesía, romanticismo, de respeto…? No creo que nuestras antepasadas, aquellas que levantaron la voz por las futuras generaciones de mujeres, para que vivieran de una manera diferente, o mejor dicho en mejores condiciones, lo hayan hecho con la intención de que esto sucediera. Mujeres valientes, quienes lucharon por la igualdad no imaginaban estos tiempos. 
De vez en cuando escucho en el autobús a hombre jóvenes que no dan el asiento porque “nosotras pedimos ser iguales” ¿Saben esos hombres donde termina la “igualdad” y empieza la caballerosidad? No creo, y la culpa le tenemos todos, por no inculcar desde la infancia donde se encuentra la línea que divide esos dos conceptos. No soy de las que creen en la supremacía de un género sobre el otro. Más bien soy partidaria de la creencia que la naturaleza dividió sus dones entre los dos. Cada sexo tiene funciones y habilidades que lo hacen igual de valioso y perfecto, y que sin uno u otro no habría equilibrio, no habría sociedad, y sin ir más lejos, no habría vida. 
Así que, ¿Qué pasó? ¿Por qué las canciones de hoy hablan de posesión, de sometimiento? ¿No habíamos ya pasado la época en que la mujer se consideraba “algo” que tenía que tener dueño para poder ser alguien? A veces no me lo parece, porque sigo escuchando presentarse a señoras De, cómo dando a entender que antes de encontrar marido carecían de identidad, ¡hazme el favor! De igual manera, ¿Por qué se permite a los cantantes expresarse así de las mujeres? “ni que estuvieras tan buena” ¿Qué la mujer dejo de ser alguien a quien respetar y paso a ser “algo” que degustar?
Cuando escucho estas ofensivas canciones, me viene a la mente un comentario de mi Madre, ella dijo: “si ellos dicen eso, es porque en algún integrante femenino de su familia encontraron ese ejemplo, esos comportamientos, y ellos creen que todas las mujeres son de esa forma” ¿Será cierto? Además, ¿Por qué permitimos que en dichas canciones se conceptualice a la mujer cómo un simple ser con quien practicar relaciones sexuales? ¿Un ser de baja moral o carente totalmente de ella? ¿Un ser sin Reflexiones, y más triste aún, sin sentimientos?
No pido lo imposible, cómo que se borren esas canciones, o se saquen del medio a eso “autores”. Pero si tu consideras que eres infinitamente mejor de lo que ellos cantan y estás absolutamente segura de que mereces un trato mejor ¡por favor!, ¡no las cantes!,
¡no las pidas! además, siempre expresa tu desagrado por ellas, di abiertamente y en voz alta que no estás de acuerdo con lo que dicen esos cantantes o comerciales, programas, etc. Sólo una cosa que quede bien clara, que tu comportamiento sea acorde a lo que exiges, que no de pauta a que te traten de esa manera. Mujer, alienta la caballerosidad en los hombres, no le des el golpe mortal comportándote cómo ellos lo muestran en sus videos o programas. Es muy importante aclarar que la culpa no es sólo de ellos, es compartida. Sí, me entristece darme cuenta de ello. Las mujeres también somos responsables del trato que ahora recibimos. Perdimos el “norte”.
La revolución femenina, fenómeno tan conocido y comentado, que a mi parecer, marco el inicio de la tendencia a ser tratadas de esta manera, o mejor dicho, a dejar de ser tratadas con respeto, no tenía este fin. Pienso, que el objetivo de ella, era tener iguales oportunidades y condiciones en la vida. Aspirar a los mismos puestos y poder desarrollarse cómo personas, cómo profesionales y no sólo en rol impuesto por la naturaleza y la sociedad, que es el de ser una buena esposa y madre. Tener acceso a las mismas profesiones, a los mismos niveles académicos que ellos. Pero que desilusión escuchar a la mujer actual decir “voy a votar por él porque está bien guapo”.
Lo dicho, algunas integrantes de mi género son responsables del valor que la sociedad cree que merecemos y que sin duda piensan que no estamos capacitadas para elegir a nuestro gobernante, ni saber qué es lo mejor para nosotras y los nuestros. Cuando escucho los motivos en los que se basan o basaron para elegir, no puedo evitar estar de acuerdo con esa aseveración. Quisiera que este mensaje llegará a todas las mujeres posibles, no lo digo con arrogancia, ni por hacer famoso este escrito o a mi persona, simplemente quisiera que sea un parte aguas para que comencemos a reflexionar e iniciar debates sobre el papel que tenemos. Y no sólo eso, también actuar para cambiar ese rol si es que no te gusta.
¡Aspiremos a más! Que ser una buena esposa y madre, una columna en la educación de tus hijos, el lazo fuerte que mantiene unida a la familia, este dentro de tus prioridades. Pero nunca por ningún motivo dejes fuera tu educación, tu preparación, para poder brindarles a tus hijos (no al marido), lo necesario para salir adelante. Que no piensen nunca que sin un hombre a tu lado no podrás darles las armas necesarias para ser personas de bien, buenos ciudadanos que mejoren las condiciones del país y de la sociedad, no que los hunda más en este tormentoso y profundo mar de ignorancia, corrupción y mediocridad. No seas esclava del mal más dañino que aqueja a la humanidad en la actualidad: La indiferencia. 
Haz algo, pero hazlo bien, y lo más importante ¡hazlo ya! No para que recibas aplausos y reconocimientos. Hazlo porque tú sabes que es lo mejor para ti. Siempre que el objetivo sea ser mejor persona, la superación de la raza humana. Si, alienta la igualdad entre los géneros, pero que sea por el buen camino, no por el de ahora, en donde se desvaloriza a la mujer hasta llegar colocarla en el concepto de “algo” y no alguien que es igual en derechos y capacidades intelectuales; y si, en obligaciones también. Hace tiempo que leí una frase, que marcó el inicio de mi inconformidad con lo que la sociedad actual dicta, y permite que se trate de esta manera, a mi parecer, al erróneamente llamado “sexo débil”

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