viernes, 3 de enero de 2014

Llueve

Llueve, todo se moja, con el agua se apaga el fuego, se lava el suelo y se van las hojas que el otoño dejó estancadas en mi vereda. De pronto me doy cuenta que la lluvia no sólo moja mi casa, mi patio y mi jardín, la lluvia mojó mi alma, lavó mis penas y apago mi fuego, con ella se fueron los recuerdos que guardé celosamente durante todo este tiempo.
Quizás sólo necesitaba que pasara la tormenta para sacar todo lo que quedaba de ti, entonces desperté sin recuerdos, sin mi llama encendida que me recordaba lo cálido de tus besos y el calor de tu cuerpo, sin ellos ya no tenía sentido recordarte y cuando quise girar para mirar tu foto y eliminar la imagen que por meses se instaló en mi pupila, descubrí que también la lluvia había arrasado con mis recuerdos, y eras tan sólo un pasado lejano que ya no tenía sentido.
Llueve, la lluvia lavó mi alma, limpió mi memoria y se llevó con ella todo, pero trajo a mi jardín más flores y regó mis esperanzas. Entonces me levanto y veo que el sol comenzó a salir, tenue y casi con vergüenza, y entiendo que en mi interior nació otra vez la chica alegre que cada mañana despertaba para brillar, como el sol lo hace cada día. Llovió y paró, con ella vino el resplandor de un nuevo día...
Y con el día volví a ser yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario