viernes, 3 de enero de 2014

Familia

Estando recostada en mi lecho, con dolor en mi pecho, recordé que el hecho de mis heridas y penuria era un simple y vago recuerdo de las palabras vacías de un viejo amo. Estamos llenos de viejos recuerdos, vanas experiencias y vagas respuestas, esperamos más de los demás de lo que nos pueden dar o simplemente nos conformamos con poco y entonces se cree que siempre debe ser así. Llegó la hora de pensar que quiero hacer con mi vida, con mi hijo que es mi familia, dejar atrás mis padres y hermanos, lo que quiero es seguir a Cristo y serle fiel, es el camino que considero duro y que más se acopla a mi manera de pensar y vivir, quiero que mi hijo se enamore de él, de sus palabras de su camino y lo siga sin presiones pero ¿cómo se logra eso con un padre que no está de acuerdo con esta forma de pensar? es más duro.
Todavía recuerdo aquellos momentos donde fui engañada con vanos, vagos y mentirosos pensamientos, me he dado cuenta que a las personas no les gusta dejar el pasado atrás, sino que lo recuerdan y lo siguen plasmando. Señor Jesús sin ti mi vida no vale la pena, sin ti Jesús todo es vacío y lleno de tristeza, no estoy dispuesta a dejar todo lo que me has enseñado simplemente por complacer a personas que no considero valiosas o buenos ejemplos para mi vida, porque estoy rodeada de personas que se han equivocado demasiado y el cinismo que se presenta es que debo seguir sus pasos para agradar a otros que ni siquiera valoran lo poco que soy o que consideran que he dado. Necesito un toque de tu amor y de tu fuerza que me abrace fuerte el corazón para tomar esta decisión de dejar esto atrás y seguir un nuevo camino en donde exista alguien que me pueda escuchar sin que considere que mis palabras lo maltraten, me llora el alma pero que se supone que debo hacer, lo que pienso no es egoísmo lo sé…
Es simplemente el afán de que las respuestas lleguen rápido, además el hecho de estar con alguien que siento que simplemente me lastima con sus pensamientos y palabras, que algún día se atrevió a dañar mi cuerpo poco o mucho, Señor sana estas heridas que están dentro mí. Intente dar lo que más pude, y estaba dispuesta a más pero el hecho de que mi vida la dirija una persona que no sabe ni donde se encuentra, ni lo que quiere y que todavía confunde a su familia.

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